domingo, 25 de mayo de 2008

EL DEBATE DEL 25 DE MAYO


Increiblemente, y cuando deberíamos estar debatiendo nuestro ingreso en la modernidad, nuestra condición de potencia, nos encontramos en el año 2008, para regocijo de nuestros enemigos (y muchos supuestos amigos envidiosos), con el país partido en dos. El capricho del Gobierno de mantener una medida equivocada nos está llevando al borde de una crisis que no solo va a involucrar al campo sino a toda la sociedad. En lugar de disfrutar de la coyuntura mundial favorable para un país como el nuestro productor de alimentos, estamos discutiendo la sinrazón. Quienes nada saben de campo y de producción agropecuaria han aconsejado al Sr. Kirchner. Pero lo han llevado por mal camino, por el camino tonto de generarse más problemas que soluciones. Toda la Nación está esperando la sensatez del Gobierno y de las instituciones rurales. Todavía estamos a tiempo de recapacitar y evitar males mayores. La Sra. Presidenta debe asumir el rol para el cual ha sido votada. Debe terminar de una vez por todas con la sensación de "doble comando" que la oposición le ha achacado. De no poder despegarse de esa imágen, cargará inevitablemente con el desgaste del gobierno de su esposo, lo cual, de combinarse con una situación de crisis puede tornarse un componente altamente explosivo. Un gran estudioso de nuestra historia, don Juan Alvarez, escribió en su "Historia de las Guerras Civiles Argentinas", algo que sin lugar a dudas debe ser un toque de advertencia para el Gobierno: mientras la situación es de bonanza, las sociedades tienden a tolerar todo, aún los abusos de poder. Pero cuando se plantea una crisis económica, la sociedad se irrita y se producen los enfrentamientos. No hay razón alguna para tener una crisis económica. Debemos tener cuidado con no caer en las profesías autocumplidas. Ojalá prime la sabiduría y sigamos festejando el 25 de Mayo mientras esperamos llegar al bicentenario de la Patria.