martes, 20 de noviembre de 2007

20 DE NOVIEMBRE - ANIVERSARIO DEL COMBATE DE LA VUELTA DE OBLIGADO - DÍA DE LA SOBERANÍA NACIONAL


Como humilde homenaje al día de la Soberanía Nacional y como recordatorio del valor de los hombres que defendieron nuestra tierra, transcribimos textualmente el testamento del General San Martín, en el cual lega el sable de la Independencia al General Juan Manuel de Rosas.


París, 23 de enero de 1844

En el nombre de Dios todo Poderoso a quien conozco como Hacedor del Universo: Digo yo José de San Martín, Generalísimo de la República del Perú, y Fundador de su libertad, Capitán General de la de Chile, y Brigadier General de la confederación Argentina, qe. visto el mal estado de mi salud, declaro por el presente Testamento lo siguiente:
Primero. Dejo pr. Mi absoluta Heredera de mis bienes, havidos y por haver a mi única Hija Mercedes de San Martín actualmente casada con Mariano Balcarce.
2º- Es mi expresa boluntad el que mi Hija suministre a mi Hermana María Elena, una Pensión de Mil - frans. anuales, y a su fallecimiento, se continue pagando a su hija Petronila, una de 250 hasta su muerte, sin qe. pa. asegurar este don qe. hago a mi hermana y Sobrina, sea necesarias otra Hipoteca qe. la confianza qe. me asiste de qe. mi hija y sus herederos cumplirán religiosamente ésta mi boluntad.
3º - El Sable que me a acompañado en toda la Guerra de la Independencia de la América del Sud, le será entregado al General de la República Argentina don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de satisfacción, qe. como Argentino he tenido al ver la firmeza con qe. ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los Extranjeros qe. tratan de Umillarla.
4º - Proibo el que se me haga ningún género de Funeral, y desde el lugar en qe falleciere se me conducirá directamente, al Cementerio sin ningún acompañamto, pero si desearía, el que mi Corazón fuese depositado en el de Buenos Ayres.
5º - Declaro no deber ni haver jamás debido nada, a nadie.
6º - Haun qe. es verdad qe. todos mis Anelos no han tenido otro objeto qe. el bien de mi Hija amada, debo confesar, que la honrada conducta de esta, y el constante cariño y esmero qe. siempre me ha manifestado, han recompensado con Usura, todos mis esmeros haciendo mi bejez feliz. Yo la ruego continúe con el mismo cuidado y contracción la educación de sus Hijas (a las qe. abrazo con todo mi Corazón) si es qe. a su vez quiere tener la misma feliz suerte qe. yo he tenido; igual encargo hago a su Esposo, cuya honrrades, y hombía de bien no ha desmentido la opinión qe. havía formado de él, lo qe. me garantiza continuará haciendo la felicidad de mi Hija y Nietas.
7º - Todo otro Testamento o Disposición anterior al Presente queda Nulo y sin ningún balor.
Hecho en París a Veynte y tres de Enero del año de mil ochocientos quarenta y quatro, y escrito todo el de mi puño y letra.
José de San Martín
Artículo Adicinal: Es mi boluntad el qe. el Estandarte que el Bravo Español Dn. Francisco Pizarrp tremoló en la Conquista de Perú sea debuelto a esta República (a pesar de ser propiedad mía) siempre que sus goviernos hallan realizado las Recompensas y honores con qe. me honró su primer Congreso.
José de San Martín

sábado, 10 de noviembre de 2007

PENSAR EN GRANDE

Los países son como las personas. Las hay expansivas, seguras de si mismas, capaces de proponerse desafíos y de llevarlos a cabo, y las hay apocadas, irresolutas, depresivas, incapaces de proponerse objetivos y de sostenerlos en el tiempo.
La pregunta que se abre al futuro es esa: ¿qué tipo de sociedad queremos? ¿Queremos de una vez por todas tomar el toro por las astas o vamos a seguir utilizando el pasado para resaltar nuestras diferencias y regodearnos en lo que ya no puede cambiarse?
Varias veces hemos criticado desde estas páginas a los políticos. Pero naturalmente parecen no tener la más mínima intención de cambiar las situaciones que mantienen este estado de cosas. Nada de dejar de lado las listas sábanas, ni las jubilaciones de privilegio, ni mucho menos terminar con la corruptela de cobrar porcentajes de los sueldos que reparten en el Congreso de la Nación. Ni qué hablar de la corrupción en las obras públicas, donde parece ser a lo largo y ancho del país, la regla entre los que tienen la responsabilidad de dirigir hasta la más pequeña intendencia.
Va llegar la hora en que los políticos tengan que cambiar, por las buenas o por la fuerza del hartazgo de la población, a la cual le sale muy caro en sacrificio todo este estado de cosas. Tendrán que encarar una reforma política que blanquee el origen de los recursos de partidos políticos, determine una reforma electoral donde el ciudadano tenga una mayor inmediatez con los candidatos (y no que los reconozca por ser figuras de la farándula o el deporte), y una modificación de la Ley de Ética Pública en donde se castigue muy, pero muy severamente, y en serio, a quien “mete mano en la lata”.
Con ello podremos pensar de aquí a 25, 50 y 100 años: cuanta población tendremos, qué problemas ambientales y energéticos vamos a tener que soportar, cuántas escuelas y hospitales, cómo tendría que ser nuestro sistema de defensa y nuestra seguridad, cómo se estructurará la relación entre los poderes públicos.
Pensar en grande para no ser colonia de nadie. Pensar en grande para planificar el futuro y anticiparse a los cataclismos. Pensar en grande para tener seguridad y justicia. Pensar en grande para crecer como nación y como pueblo. Volver a los ideales de Mayo, para tener una Patria más digna de ser vivida, y para que vuelva a ser el faro de la libertad para todos los hombres del mundo de buena voluntad.

viernes, 9 de noviembre de 2007

CUANDO UNA NACIÓN ES DÉBIL...

Ya nos hemos definido claramente desde esta página respecto de la actitud ilegítima del gobierno del Uruguay en relación a la imposiciòn de la puesta en marcha de una pastera sobre el río común, el río Uruguay, la cual contaminarà un recurso natural compartido, es decir afectará la soberanía ambiental de la República Argentina.
Lamentablemente y como ya habíamos advertido, el Gobierno Nacional mostró debilidad o poco involucramiento en la defensa de esa soberanía. Los habitantes de Gualeguaychú se vieron burlados por la incapacidad y la inoperancia de los funcionarios que debían defender esa parte de nuestro territorio. Como las cosas se están agravando, no es cuestión de hechar más leña al fuego, pero la cuestión es tan grave, que la impericia de los políticos de ambos lados del río, puede arrojar a ambas naciones a un conflicto prolongado y de imprevisibles consecuencias. Un Estado que se precie, debe saber defender su soberanía en todos sus aspectos y con todos sus recursos. Creer que La Haya va a ser favorable a la Argentina es creer en una solución de carácter formal que va a dejar heridas muy profundas y una sensación de abandono y traición en los habitantes de Gualeguaychú. El no usar el poder nacional oportunamente para defender lo propio, lejos de evitar los conflictos solo terminará en graves consecuencias, porque no se puede negociar desde la debilidad. Saludos de paso a los preocupados veraneantes en Punta que nos les importa un bledo qué les pasa a otros argentinos... allá ellos.


Se extrema la tensión con el país vecino
El embajador uruguayo en Buenos Aires recibió la misiva donde la Argentina expresa su "más enérgica protesta ante la decisión unilateral" de autorizar el funcionamiento de Botnia
LANACION.com | Política | Viernes 9 de noviembre de 2007